OBEDECER

Siendo sinceros obedecer cuesta mucho, porque nuestra naturaleza va encontra de toda sujeción a hacia a Dios. El acto de obedecer implica renunciar a muchas cosas en nuestra vida, y cuando nos arrepentimos empezamos esta lucha por ser obedientes. Y es que el obedecer es como una muestra de amor, obedecemos a nuestros padres porque los amamos y aún que aveces surjan cosas, aun así los obedecemos. 

Ahora! Mira lo que dice el señor; Si me amáis, guardad mis mandamientos. Juan 14:15 Este texto es muy claro, el obedecer a Dios es una demostración de nuestro amor por él. Pero también debemos fijarnos en obedecer primero a Dios antes que los hombres. 

Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. Hechos 5:29 

Dios debe ser nuestro amo y Señor en nuestra vida, siempre debemos tener presente la voluntad de Dios antes que la de los hombres, sin importar circunstancias primero debe ser él Señor. 

Obedecer no es algo que podemos hacer por nuestras fuerzas y el amor hacías Dios no lo podemos implantar en nosotros. Todo esto lo hace el mismo Dios. Es Jesús quien pone en nosotros el querer como el hacer, el nos ayuda a obedecer  y que el amor que sentimos por él crezca cada día. Pero esto también va  acompañado con la búsqueda de Dios, el leer su palabra y tener una vida de oración. 

Gracias a Jesús que nos redimió hoy tenemos la oportunidad de clamar a Dios para que nos ayude a obedecerle. 

Si no tenemos una relación con Dios no podemos obedecerle, es imposible para el hombre crecer en obediencia si, no tiene una comunión con Jesús. ¿Porque como vamos a amar a alguien que no conocemos? Y si no lo conocemos como lo amaremos? y si no lo amamos como le obedeceremos? Es imposible! todo nace en conocer a Dios. En tener comunión con Cristo. 

Por último en la biblia también nos revela la

Obediencia filial la cual es hacia los padres.

(Éxodo 20:12) y la Obediencia a los mandatarios y leyes. (Romanos 13:1) 

Oremos a Dios por ayuda, por tener una vida de obediencia hacía él.

Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo... Filipenses 1:27