¿Qué es ansiedad?

Vivimos en una época de ansiedad, más de 264 millones de personas padecen de ansiedad en todo el mundo. Las guerras, las pandemias y otros problemas provocan ansiedad a escala mundial. Más cerca de casa, las dificultades en las relaciones, el miedo a perder el trabajo, los trastornos físicos, la falta de seguridad de la salvación, y otras cosas más, nos ponen ansiosos. Las noticias diarias parecen estar diseñadas para producir la mayor ansiedad en nosotros, y los anuncios de todo tipo de curas para la ansiedad nos bombardean regularmente. La ansiedad es un problema real incluso para los cristianos, y parte de la fidelidad cristiana implica aprender a poner fin a la ansiedad pecaminosa sin dejar de tener un nivel adecuado de preocupación por nosotros mismos y nuestros seres queridos.  Según una organización de salud: "Los trastornos de ansiedad son la enfermedad mental más común en los Estados Unidos"

Y si, la ansiedad es una realidad porque hasta el mismo Jesús no hablo de ella (Mateo 6:25-31) 

Ahora bien, ¿qué es ansiedad? Es aquella respuesta del cuerpo a la preocupación y al miedo. Sin embargo no es tan simple, ya que existe una amplia diversidad en cuanto a la profundidad con la que la ansiedad afecta a las personas y en la medida en que interfiere con su calidad de vida. Pero las palabras claves aquí son PREOCUPACIÓN Y MIEDO. Estas dos abundan en muchas personas hoy.

En Lucas 12:22 el señor les dice a sus discípulos "por tanto no os afanéis por vuestra vida" la ansiedad era un asunto muy serio para nuestro Señor Jesucristo más adelante en los siguientes versículos él nos indica el porqué no debemos estar ansioso, ya que él controla todo y si estás en Él por qué ha de temer. Dios nos manda amarlo por encima de todos los demás amores, y nos llama a echar todas nuestras ansiedades sobre Él, porque Él tiene cuidado de nosotros. No nos dice que echemos algunas de nuestras ansiedades sobre Él, sino todas, incluso las que pensamos que tenemos bajo control, que las echemos sobre Él y las dejemos con Él. Cuando nos volvemos ansiosos, a menudo es porque creemos que tenemos el control. 

Pero una cosa el mundo no conoce a Cristo, Él mundo rechaza a Cristo. Y lo diré la Cura para la ansiedad es Cristo Jesús. Estamos en una sociedad donde las redes sociales reinan en la vida de muchas personas y donde cada día más jóvenes y adultos se dejan envolver por ellas, donde la familia está desapareciendo y donde el hombre ha inventado muchos géneros. Como no vamos a tener temor si ahora nos importa más lo que otros digan de nuestro aspecto físico o de nuestro perfil de Instagram, y que decir si ese chico le gustó o esa chica. Vivimos para ser visto por otros y no para Cristo. Y ahí nace la ansiedad porque como seres humanos jamás vamos a poder obtener una felicidad o una paz sin Jesús. "Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo" (Lucas 12:30) 

El mundo busca ser visto, pero un hijo de Dios necesita que Cristo sea visto en él. 

Te comparto este pequeño pensamiento de Brittany kauflin. 

"Cuando la ansiedad toque tu puerta, trata de preguntarte si hay algún área en la que estés tratando de tener el control. La respuesta podría revelar lo que crees sobre ti y sobre Dios.

Lo contrario sucede cuando te humillas bajo la mano poderosa y soberana de Dios. Cuando recuerdas que Él está en control de cada detalle de tu día, encontrarás que tienes innumerables razones para que tu corazón esté en paz. Puedes depositar tranquilamente todas tus cargas y ansiedades en Él, ¿por qué? Porque Él tiene cuidado de ti. ¿Y cómo sabes que tiene cuidado de ti? Porque Él aplastó a Su Hijo por ti. Dios orquestó la historia de miles de años para traer a Su Hijo a nuestro mundo en el tiempo preciso. Jesús sacrificó su vida para llevar el castigo que tú mereces por tus pecados. Y si Dios no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas? (Ro. 8:32) Las tinieblas vendrán, pero serán parte del plan soberano de tu amante Padre, quien está trabajando para tu gozo. Por esta razón, no necesitamos tener temor de equivocarnos, ser heridos, o ser rechazados. ¡El Dios del universo tiene cuidado de ti!

Entonces, la próxima vez que sientas estar ansioso, en lugar de ignorar o hundirte en ella, trata de hablarle a tu alma: “¿Por qué tienes miedo alma mía? Dios está de mi lado. Todo está bajo Su control. ¡Él usará cualquier cosa que me esté sucediendo o que me espere en el futuro para Su gloria y mi beneficio"

Gracias por llegar hasta aquí, comparte este artículo con aquella persona que padece de ansiedad, llevale el mensaje de Cristo.