Derribando Los Idolos De Mi Corazón (Parte 1)
Nuestros corazones reconocen que necesitan algo que este mundo físico no ofrece, pero como el pecado ha distorsionado nuestro diseño original, ha distorsionado también nuestra búsqueda de identidad, placer y bienestar. Diariamente somos engañados por nuestro propio corazón, el la cual, cómo se ha dicho, es una fábrica de ídolos. Los objetos alternos de adoración hacia los cuales nuestro corazón engañado nos impulsa son nuestros ídolos. Cada vez que mi corazón me convence de que algo o alguien aparte de Dios me puede satisfacer, estoy adorando a un ídolo. En ese momento estoy diciendo que Cristo no es suficiente y estoy desestimando la gloria, el poder, la grandeza y la belleza del único Dios verdadero por algo de menor infinito valor. Esto se llama ídolatría. Mi corazón fue creado para adorar y buscar felicidad, y nunca deja de hacerlo, incluso cuando no adoro al Único que me puede satisfacer. Samuel explicó este concepto a los israelitas en 1 Samuel 12. Habían pedido un rey humano...