Derribando Los ídolos De Mi Corazón (Parte 2)

Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén 1ª Juan 5:21

*Ídolos de placer y comodidad*
El deseo de sentirnos bien y estar cómodos es natural. Dios nos creó para experimentar placer y gozo, siendo Él su fuente máxima. No debemos ser masoquistas y desear dolor o incomodidad, como para darnos un castigo propio. Pero este deseo natural que tenemos fácilmente nos lleva a levantar ídolos en nuestro corazón.
Cuando mi deseo de placer o comodidad me lleva a desobedecer a Dios, o me impulsa a dejar de hacer lo que debo hacer, es un ídolo. Nuestra adoración a Dios debe ser tal que estemos dispuestos a sacrificar un placer temporal para experimentar un placer eterno al agradar a Dios.
¿Cuáles deseos de placer y comodidad comúnmente se levantan como ídolos en los corazones? 
Los deseos sexuales pueden llevar a fornicación, adulterio, y pornografía, entre otras cosas. La idolatría y la fornicación están íntimamente relacionadas.
El dinero es un ídolo frecuentemente mencionado, pero no es tanto el dinero en sí. Las comodidades que ofrece el dinero realmente son los ídolos del corazón. (Leer aquí 1 Timoteo 6:6-10)
Un deseo desenfrenado de comer lo que me agrada es una indicación de un ídolo en el corazón. 
Si rechazo la comunidad íntima y transparente de la iglesia, sujetarme a aquellos que el Señor ha colocado para guiarme en el Camino, puede ser porque mi corazón evita la incomodidad de abrirme y enfrentar mi pecado. 
Si batallo para llegar puntualmente a los cultos, puede ser por buscar la comodidad de dormir más.
Hay muchos ídolos sutiles de comodidad y placer que están profundamente enterrados en nuestros corazones.

*Ídolos de poder*
El deseo de ejercer algún dominio sobre personas y circunstancias es natural hasta cierto grado. Dios le otorgó autoridad y dominio a Adán y Eva cuando los creó, y esto implicaba tomar decisiones. El pecado de Eva, al querer moverse de estar bajo la autoridad de Dios, introdujo una lucha por poder impulsada por el pecado. 
Ejercer autoridad y control apropiado no es pecado, pero desear controlar a otras personas y circunstancias sí lo es. El deseo de poder y dominio es un área de idolatría grave en nuestras vidas.
Los hombres pueden ejercer un liderazgo abusivo con sus esposas o sus hijos. Las mujeres, por otra parte, pueden desear controlar al esposo, al pastor, a los hijos, a la maestra de nuestros hijos, etc. 
Deseamos controlar con quién se juntan nuestros amigos y por qué; de qué color se va a pintar la iglesia, con quién habla nuestro cónyuge, qué carrera estudiarán nuestros hijos, y un largo etcétera.
Pero no podemos olvidar que es Dios el único que puede ofrecernos una identidad segura, un bienestar genuino, y una libertad verdadera.
El ídolo de poder puede enmascararse en la búsqueda de dinero, ya que el dinero muchas veces provee poder. Nuestros corazones buscan insaciablemente el control.

*Identificando los Ídolos*
No terminaríamos de enumerar los posibles ídolos que nuestros corazones pueden tener. Las posibilidades son infinitas, porque cada uno tiene una fábrica personalizada de ídolos en su propio corazón.
En su excelente libro "Ídolos del corazón", Elyse Fitzpatrick comparte dos simples indicadores de ídolos:

• Si estuviera dispuesto a pecar para obtener eso que deseo, es un ídolo.
• Si peco cuando no obtengo lo que deseo, es un ídolo.

O sea, si deseo cierta posición en el trabajo, y estoy dispuesto a difamar a otra persona para alcanzarla, ese deseo es un ídolo. 
Si deseo un bebé (un buen deseo), pero mi reacción hacia Dios cuando no me da lo que quiero es pecaminosa, mi deseo de un bebé es un ídolo. Creo que un bebé me hará más feliz que Dios mismo y su perfecta voluntad.
Cualquier acción o actitud pecaminosa, entonces, es una indicación de idolatría. ¡Tenemos mucho que trabajar! ¿Qué podemos hacer?


Continuará...

Vía telegram: Teología Reformada y Saludable

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